Mientras el pasado sábado pudimos ver en Madrid como parte de la izquierda y de la progresía española salía a la calle a DEFENDER LA DICTADURA (porque así hay que llamar a un acto que defienda al régimen castrista), el domingo pudimos comprobar como miles de personas desafiaban al frío y a la nieve reclamando la libertad para Cuba después de estar sufriendo 50 años sin ella.
Y es que los que contramanifestaron un día antes, entre insultos y ataques que proferían contra Esperanza Aguirre y su partido, no podrían haber hecho un acto de este tipo en la isla cubana.
Y eso es lo que se defendió el domingo. Libertad, derechos, democracia. Miles de madrileños, acompañados de líderes de organizaciones sociales y de exiliados cubanos, además de algún que otro político. Por descontado que el PSOE rehusó acudir al acto, pero lo lamentable es la tibieza desde la dirección nacional popular.
Pero bueno, allí estaba Esperanza Aguirre, que días atrás había ocupado la portada del diario cubano Granma para ser vilipendiada. Y es que Esperanza parece el único puntal que queda en su partido para defender los valores que ha venido propugnando en los últimos años, para representar a los millones de españoles que, como ella misma dijo, no se resignan con la situación que hoy vive España.
Y es que entre el relativismo zapateril y la tibieza de Rajoy, la política de este país no levanta cabeza. Parece que el 1 de marzo puede ser la puntilla final para el gallego, si las elecciones en su tierra se saldan sin una mayoría absoluta y las vascas con el mayor batacazo en mucho tiempo.
Y es que prescindir de lo que suponen personas como María San Gil o Angel Acebes, menospreciar el valor de ser el partido de Aznar, y olvidar los valores mayoritarios de sus 10 millones de vontantes, al final pasa factura. Y más teniendo a Rosa Diéz esperando a recoger todos esos votos.
Bueno, que me desvío del tema. Otra vez la revelión civica se vió en la calle, esta vez en una fiesta por las libertades y los derechos de los cubanos, que alguna vez tendrá que ver la democracia en su tierra. Porque tener colegios y hospitales no es todo lo que se necesita en la vida. Si uno no puede pensar, decir o intercambiar sus ideas libremente, si uno no puede salir a la calle a manifestarse, si uno no puede votar en libertad, el régimen en el que vive tiene que ser cambiado.
Ánimo a la disidencia, solidaridad a los periodistas y blogeros silenciados y detenidos, adelante con la lucha de la palabra y las ideas, acabaréis venciendo. ¡Viva Cuba Libre!
1 comentario:
Yo es que prefiero los gintonics
Publicar un comentario