domingo, 25 de julio de 2010

Probando a incrustar YouTube con HTML5

Según acabo de leer a través del FB de Microsiervos, ya se pueden incrustar los vídeos de YouTube con un iframe que corre con HTML5. Estos se quieren cargar el Flash, como sea.

Vamos a probar:




lunes, 19 de julio de 2010

(( Es libertad, es periodismo, es LD

Tras el anual intento de carnaval felgetebero que cada año toma Madrid con la colaboración necesaria del para otras cosas censurador Gallardón, el veto a los gays israelíes por el mero hecho de serlo (viva la no-discriminación y el Ministerio de Des-Igualdad) y el video de Interneconomía para demostrar su propio "orgullo", hemos encontrado en LibertadDigital una de las mayores discusiones dialécticas de los últimos años en sus páginas, de las que recientemente solo se recuerda una por la subida o no del IVA, y en la que algunos han querido ver desde ruptura con uno de los colaboradores habituales, hasta intento de ser políticamente correctos, enfrentamiento, o homofobia editorial.

Y no es nada de esto. Es libertad. Es poder opinar libremente, intercambiar opiniones. Es un medio libre y en que cabe la opinión propia, el pensamiento, la reflexión, la crítica, la posibilidad de discrepar y la necesariedad de romper con el régimen del buenismo, el pogresismo barato y la censura del presidente de capa caída ZetaPé.

Libertad Digital, como más recientemente ((esRadio, nació para opinar en libertad, además de para informar e investigar. Libertad Digital nació como espacio necesario de los que no encontraban trinchera para su liberalismo.



La polémica surgió con un artículo de Pío Moa en su blog (no columna de opinión ni artículo informativo, sino espacio "privado" de su blog personal), sobre la homosexualidad, los lobbys existentes en España relacionados con el mundo LGTB, y su autodefinición de "homófobo".

A ello, han seguido artículos de opinión críticos con su postura, como el de José María Marco "Homófobos en libertad", el de Albert Esplugas "La desgracia del homosexual", o la puntilla final de Jiménez Losantos en "Homosexualismo", "normalismo" y otras palabras-policía en Libertad Digital". Para terminar, Pablo Molina hace un breve resumen de los hechos en Crónicas Murcianas, aunque Pío Moa ayer y hoy ha vuelto a hacer referencia al tema en su prolífico blog.

Quién quiera ver en todo esto un intento de censura, un filón de ruptura, o el inicio del fin del milagro de LD, se equivoca. Es debate, derecho a opinar distinto, hasta dentro del grupo de los que son LD por ya opinar distinto.

FJL no se ha querido sumar a la progresía ni a lo políticamente correcto. Quién diga esto o quiere manipular o simplemente no ha escuchado a Federico habitualmente. Él presume de haber vivido, además intensamente, en una Barcelona mucho más liberal de la nacionalista actual, una Barcelona que recogió en uno de sus últimos libros, y que tuvo que dejar tras el atentado de los que ahora forman parte de la perdida "esquerra".

En este grupo mediático, caben todos los que están, y no por ello hay que ceñirse al guión enviado por el comisario político o el editor de turno. Y sino, escuchen a César Vidal, toda la hemeroteca está disponible y descargable, y más de una vez ha dejado claro su posición respecto a la homosexualidad y al poder de sus lobbys.

Los pesos pesados de LD y ((esRadio ya sufrieron la censura con su salida de la COPE. Y podemos estar seguros que se dejarían la piel otra vez, como lo han hecho en numerosas ocasiones, por que las voces que quieran ser segadas, sobrevivan al ataque. Y ahí estaba Federico en el programa en defensa de Intereconomía tras la multa del Ministerio por el dichoso vídeo que decía al principio.

Simplemente, es LIBERTAD.

domingo, 11 de julio de 2010

La emoción de ser españoles


Estamos a pocas horas de ver a la Selección Española jugar la final del Mundial de Fútbol que se ha celebrado en Sudáfrica. Con motivo de nuestros éxitos en este campeonato se ha visto una inusual imagen en nuestras calles: miles de banderas de España, portadas por gentes de toda edad, origen y condición, en las celebraciones de los cuartos y la semifinal, y ahora también en balcones y coches.

Las celebraciones en las principales plazas de todas las ciudades, incluidas las del País Vasco y Cataluña, nos han mostrado imágenes casi inimaginables hace unos años. Miles de personas emocionadas con los éxitos de su país, por los goles de 11 jóvenes con botas de tacos y calzón, que han llevado el nombre de España por todo el mundo, y esta vez para que se hable bien de él.

Pertenezco a una generación que ha nacido y ha crecido en democracia. Libres de concepciones preestablecidas hacia nuestros símbolos nacionales, lejos de una disputa fratricida que marcó el siglo pasado, y que hemos vivido sin complejos ni hipotecas.

Y creo que esta generación, que hemos podido ver unos cuantos fracasos españoles en mundiales y europeos futbolísticos, salió a la calle masivamente con la victoria en la Eurocopa, y ha estallado definitivamente con las sucesivas eliminatorias del Mundial, contagiando a la sociedad española de la euforia y la emoción vivida. Esta emoción, tras muchos meses de solo hablar de crisis, paro y hundimiento nacional, ha contagiado a toda la sociedad, y ha hecho también que nuestros niños solo conozcan una selección ganadora, que triunfa allá donde va, y a la que solo le aceptamos la gloria.

Si todo va bien, y Villa, Pujol, Pedrito, Torres o cualquier otro marca esta noche el gol de la victoria, cientos de miles de españoles volveremos a salir a la calle a celebrar la victoria, a reir y llorar por ver un nuevo éxito en nuestra historia, y a ondear banderas con los colores rojo y gualda, colores que hemos llevado por el mundo desde la época de Carlos III, con la única excepción de la II República.

Colores que resumen una historia sin par, de un imperio en el que no llegaba a ponerse el sol, de ser el único país del mundo que pudo parar la invasión musulmana, de una tierra que dio cientos de héroes, cuya historia no puede olvidar batallas épicas. Colores que también tuvieron que recoger la sangre derramada en algunas derrotas, pero que han forjado una historia sin par que muchas veces nos empeñamos en olvidar.

Estos colores los hemos tenido demasiado tiempo encerrados en un cajón, cambiándolos por otros que no siempre han fomentado la cohesión sino la disgregación y el enfrentamiento. Ahora, aunque haya tenido que ser gracias al fútbol, ese negocio que mueve más del 1% de nuestro PIB, vemos nuestra bandera nacional en los balcones, en los coches, en las empresas, en infinidad de artículos en casi todas las tiendas, y la llevamos en nuestra indumentaria, hasta pintada en nuestra cara o nuestro pelo.

Esta noche, cuando suene el himno nacional del lorquino Pérez Casas basado en la Marcha Granadera, veremos ondear la bandera, veremos once deportistas dispuestos a darlo todo a miles de kilómetros de aquí, y podremos sentir la emoción de ser españoles, de que nuestro país esté haciendo algo grande, con millones de españoles siguiéndolo a la vez, y admirar como conquistamos esa Copa del Mundo de la que nunca hemos llegado a estar tan cerca.

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Y como nunca una naranja llegó tan lejos, aquí dejo la canción del 82. A por ellos, que Naranjito seguro que hoy acaba con la Naranja Mecánica.




domingo, 4 de julio de 2010

Google y el imaginario colectivo


Siguiendo la iniciativa de José A. Pérez, que ha incluido el "cojoscopio" como una de sus secciones en mimesacojea.com, blog bastante gracioso y alejado de lo común, y habiendo visto en tuenti una búsqueda impactante, traigo aquí algunas de las sugerencias que el metabuscador google nos propone cuando empezamos a escribir algo en su barra que casi todo lo encuentra.

Es realmente curioso e instructivo las imágenes que tenemos en nuestra sociedad sobre algunos temas. ¿Realmente tanta gente busca estas cosas?

Ahí va.

PAÍSES, REGIONES Y SUS HABITANTES.









POLÍTICOS.







MI ...








QUIERO...




Y PARA TERMINAR, CUATRO VARIADOS:





Ahora, solo os queda probar, a ver con qué os asombráis.