Algunos se extrañarán de que haya ido a ver al Murcia, sabiendo que he seguido activamente al extinto Ciudad de Murcia desde sus años en el José Barnés.
Llevaba mucho tiempo sin ver jugar al Murcia, y creo que no habia disfrutado tanto con él desde aquel partidazo del ascenso en Granada con el golazo de Aguilar.
Pues bien, he vuelto a la Nueva Condomina, que tuve la suerte de descubrir en aquella inaguración por una España descafeinada (creo que ese equipo lleva muchos años sin tener sangre). Acompañado por mi amigo David, hemos llegado pronto y nos hemos dirigido a lo que la gente se ha empeñado en llamar Grada Lateral, recordando a aquel duro cemento que más se clavaba cuanto más sol te daba en la cara.
Pero esto si que es un campo de verdad. Con más de 22000 personas presentes esta noche, a pesar del mal tiempo y de la lluvia, ibámos a contemplar la vuelta del Real Murcia a la Primera Disión, a la Liga de las Estrellas y de los Estrellados, una liga de mercenarios y de sufridores.
Pero nada más empezar, ya se notaba que este no es el Murcia de otras veces. Esto si es un equipo, y han luchado durante todo el partido para demostrarlo. Con un principio espectacular, el Murcia se ha puesto por delante, y se ha hecho dueño y señor del partido, dejando en la inexistencia a un Zaragoza que no sabía a lo que jugaba, ni si jugaba, hasta que una vez ha conseguido poner un balón en la frontal del área que un jugador con una buena pierna, todo hay que decirlo, ha mandado a la red roja del equipo pimentonero.
Con un Murcia luchador, que se ha puesto un poco nervioso tras el empate, ha seguido la fuerza, ha seguido el ánimo de una afición que tras un inicio un poco adormilado (que es lo que me repatea del fútbol murciano), ha ido animandose poco a poco, para reenamorarse de su equipo en una segunda parte tan buena como la primera.
No han faltado las oportunidades, una tras otra, y en una de ellas el gol de la victoria. Una victoria que ha sido lo que se merecía una afición que en los buenos y malos momentos ha apoyado a un equipo conjuntado, equilibrado y sin demasiados personalismos. Un buen equipo.
Y como no, la ola. Yo estaba ya con la voz destrozada desde el minuto 10, pero es que no concibo ir al fútbol y no dejarme la piel por mi equipo. Y sí, hoy el Murcia ha sido mi equipo. Aunque esto suene raro saliendo de mi, pero es que me ha conseguido emocionar. Yo era un simple aficionado más en una grada, pero que con unos cuantos locos, hemos puesto a la grada en pie para demostrar que tenemos un equipo de primera, con un campo de primera (en el que por cierto se ve fantásticamente el fútbol desde cualquier posición) y con una afición de primera.
Y además, con Second en los marcadores. Sí, el hijo de la Joaquina, la de Aljucer, cantando su fantástica canción Invisible.
Por cierto, estamos en Champions.
A seguir así.
Ropasuelta
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La lectura de Ropasuelta, de Santos Martínez, la terminé en un recreo con
los alumnos de FP Básica haciendo el bestia en el campo de fútbol sala del
instit...
Hace 1 semana
1 comentario:
veo q nadie te ha firmado todavía por aquí!! pues estreno yo!
a mí el fútbol me va solamente cuando gana el Valencia (qué le voy a hacer) así que hace mil q no sigo la liga...
pero tranquilo q todavía quedan muchas jornadas! jajja
un besotee
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