10 años sin Miguel Ángel Blanco

Hoy se cumplen 10 años del inicio de un secuestro que tuvo en vilo durante 2 días a la sociedad española. Un joven de un pueblo vasco, que ya tenía planeado casarse con su novia, y que se dirigía a su trabajo, era secuestrado por la banda terrorista ETA. Los asesinos anunciaban que sería asesinado en 48 horas si el Gobierno no se rendía ante su exigencia de trasladar todos sus presos a cárceles vascas. Su propio padre se enteraba en la puerta de su casa por los medios de comunicación. Era el 10 de julio de 1998, poco antes las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado habían liberado al funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara de un largo, casi infitino secuestro, que lo había tenido casi dos años en un minúsculo zulo bajo la maquinaria de una nave industrial.

Comenzaba lo que se vino en llamar el Espíritu de Ermua. Cientos de miles, millones de personas, comenzaban a movilizarse por toda España para exigir la liberación del joven. "Basta ya" fue uno de los gritos más oídos, así como un gesto símbólico, las "manos blancas", marcaron aquellas horas agónicas. Un secuestro que se hacía eterno, un sufrimiento nacional, una realidad que muchos se negaban a creer. ¿Cómo podía haber gente capaz de realizar aquello?

Yo tenía 12 años, y a base de ver el periódico y escuchar las noticias, ya me enteraba un poco de como iban las cosas. Recuerdo perfectamente donde estabamos cada uno en mi casa cuando llegó el desenlace. La radio, anuncian que han encontrado el cuerpo de Miguel Ángel, todavía con un halo de vida. Le habían disparado sin piedad. Los terroristas habían cumplido su amenaza, habían matado a alguien inocente, como llevaban haciendo durante 40 años.

Pero el estado no se rindió. La Nación se mantuvo unida y firme, todos juntos contra el terrorismo, sin ceder a sus pretensiones, porque si HUBIERAMOS (sí, en primera persona, creo que ahí nadie podía dudar) cedido, se hubieran dedicado a secuestrar más gente para cualquier cosa, y no se puede ceder ante quién te apunta con una pistola.

Miguel Ángel moriría aquella noche. Fueron 2 días de intensas movilizaciones, de millones de personas en la calle, mostrando su unidad y firmeza contra el terrorismo. ETA había perdido la calle, ETA había perdido toda imagen pública. "ETA aquí tienes mi nuca", "ASESINOS", "BASTA YA". Aquello era el Espíritu de Ermua. Jóvenes y mayores, niños y abuelos, de izquierdas y de derechas, eran todos gente de bien con una esperanza: una España sin terrorismo, pero una España sin cesiones, firme y dura contra los asesinos.

Poco queda de aquello. ETA vuelve a estar en las instituciones, financiandose con dinero público, con un gobierno que llama al Gobierno Francés a pedir que suelten a 2 negociadores etarras, un presidente que llama "hombre de paz" a un miembro de la banda y lider de su brazo político, un Pacto por las Libertades y Contra el Terrorismo roto, ...

¿MURIÓ MIGUEL ÁNGEL BLANCO EN VANO?

En aquel momento sabíamos que no, pero debemos mantener su memoria viva, debemos tener siempre presente a todas las personas que han dado su vida por España, a todos aquellos inocentes que, muertos, amenazados o heridos, son un ejemplo a seguir, un ejemplo de entrega, una muestra de que la democracia tiene que vencer. Pero para ello debe seguir vivo aquel "Espíritu de Ermua", aquella rebelión cívica que demuestre la voluntad de los españoles de bien, de que no se puede ceder al chantaje de ningún terrorismo.


Hoy no he podido estar en Ermua, pero no he podido olvidar todo aquello, en esta mañana que ha amanecido gris y fría, incómoda, especial, como si algo quisiera hacernos recordar a todos a Miguel Ángel. Todos recordaremos aquellas imágenes de su familia, con su hermana y su novia llorando en el balcón del Ayuntamiento. Ayí estabamos llorando todos los españoles de bien, con aquella familia que entregaba un hijo sin saber por qué.

Sólo espero que se retome aquella unidad, que vuelva la firmeza contra el terrorismo, y que todos tengamos claro que nadie, nunca, conseguirá nada con el terrorismo. Que no perdamos la MEMORIA, que se tenga DIGNIDAD con las víctimas, y que haya JUSTICIA.

ovejanegra