Educación, historia y próceres

Hace unos días, en uno de mis tradicionales paseos por Wikipedia, y tras haber visto el video de la norteamericana que sabe menos que cualquier niño de primaria (enlazado en mi anterior entrada), me encontré una lista de padres de la patria de los distintos paises del mundo.

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Según el Diccionario de la RAE, la definición de este concepto es "Título de honor dado a alguien por los especiales servicios prestados al pueblo", y según la propia enciclopedia "libre" es "un término usado por varios países para describir a un líder político o simbólico visto como un padre fundador de la nación. Suele ser una figura clave en la historia nacional cuyo percibido heroísmo y autoridad moral hacen de él una fuente de inspiración patriótica digna de respeto y veneración. Su imagen es a menudo elevada a la categoría de símbolo nacional y es muy probable que se muestre en artículos tales como billetes y sellos. En algunos países se establece también un culto a la personalidad".

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Pues bien, en la lista que aparece en la versión española de Wikipedia nombran en lo referente a España a "Viriato, Don Pelayo (Reino de Asturias), Recaredo I, Reyes Católicos (unión matrimonial de Castilla y Aragón), Carlos I (primer Rey de España), Felipe II de España, Adolfo Suárez (Transición española)".

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Pudiendo considerar que alguno de esta lista está de más o que pueden faltar otros (que eso lo dejo al licenciado en historia y comentarista de basket), me pregunto, recordando a la chica que se reía al comprobar que no tenía ni idea de lo que era Europa, si nuestros jóvenes postbachilleres conocen a los susodichos.

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¿Viriato? Bueno, si a alguno se le ocurrió ver aquella serie de recreación histórica de hace pocos años en TVE1 puede que descubrieran a este luchador lusitano que se enfrentó al invasor romano. Pero poca conciencia nacional tendrían aquellos miembros de tribus bien distintas dispersas a lo largo y ancho de la piel de toro.

Hace mucho que dejó de estudiarse la lista de los reyes godos en nuestras aulas, y poco es lo que se enseña de la época visigoda, más alla de verla como el precedente a la invasión y ocupación musulmana. Alguno podrá haber oído nombrar al monarca Recaredo I, que convocó el III Concilio de Toledo, del que nos cuenta San Isidoro de Sevilla que sirvió para la renuncia al arrianismo del propio monarca y de diversos obispos, convirtiendose a la fe católica y llevando su culto a "toda la nación gótica".

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Don Pelayo. Algunos dirán: "claro, el que dice Melendi en la canción esa de Asturias y Fernando Alonso". Además, también fue el primer caudillo de la Reconquista, de los que consiguieron parar la invasión que llegó del Estrecho, resistencia de siglos. Si Letizia hubiera tenido un niño, pues sería el nieto real.

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Los Reyes Católicos, únicos incluidos en la lista en lengua inglesa, bastante incompleta pero con datos más completos de algunos paises, puede que sean de los pocos conocidos por todos, ya sea por el patrocinio de la misión colombina, por completar la reconquista, o simplemente por el "tanto monta". Algunos sólo quieren ver en ellos el comienzo de la construcción de España como nación, obviando que el fín de la reconquista era que en España, Hispania, volviera a regir un destino común, bajo la luz de la cruz.

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A Carlos I (al que seguimos empeñado en llamarlo V por su orden en su otra corona) y a Felipe II también es posible que los recuerden, aunque puede que sea mucho pedir que nos expliquen su relación con El Escorial o el forjado de un imperio en el que no se ponía el sol.

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Y saltamos varios siglos para llegar a Adolfo Suarez. ¿Padre de la patria? Yo no lo habría incluido en mi lista. Pero es que esto sería como con la selección, que en España siempre ha habido 40 millones de listas posibles para pasar de cuartos. Los que hemos nacido en democracia, hemos visto esta época en libros y televisiones, muchas veces recibiendo una versión sesgada, parcial y condicionada. Nos quedan muchos años para ver con objetividad el siglo XX, darnos cuenta de lo ganado, de lo sacrificado, y de la excesiva confianza creando un sistema autonómico que algunos utilizan para seguir exprimiendo al Estado.

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Muchos fueros los personajes importantes de la Transición, la mayoría en silencio, en los despachos, en el olvido colectivo.

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Un país necesita héroes en los que creer, padres de la patria. O como los llaman en algunos paises latinoamericanos,próceres.

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Puede que la historia de algunos esté reescrita, ampliada, cambiada, inventanda. Pero los necesitamos. Cohesionan nuestras tierras, unen a nuestras gentes, hacen país.

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Nos contaba un historiador local en nuestro recorrido sudamericano el parecido entre la historia de su máximo prócer y de Jebediah Springfield, fundador de la ciudad donde se desarrolla la serie Los Simpson. El amarillo era un luchador americano para muchos, héroe local, imagen para todos. Pero realmente era un perseguido por la justicia, un delincuentucho, que se asentó allí porque no tenía otro lugar donde ir.

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¿Mi lista?

Tendría que pensarla.